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miércoles

San Tamisary de Auyuleo

Tenía dos opciones: o comerme el ombligo o dar unas tres vueltas en el aire y caer de cabeza.
Preferí la segunda opción porque no lo había hecho nunca, el ombligo nunca me cicatrizó lo suficiente y ya le había perdido el miedo a las alturas. Sigo dando vueltas y de verdad que es un ejercicio menos destructivo que lo del ombligo y a la vez infinitamente más placentero, lo que por lo demás no deja de sorprenderme (Dejar de sorprender o simplemente sorprender, me entienden supongo).
Repaso actitudes idas y devueltas, razonamientos irracionables, creencias diminutas y alguno que otro acto de irreverencia y desasosiego. Conclusiones fascinantes: Pasé de ser un hijo de la misantropía experta a un tipo de experimento de hombre felizmente viviente. No fueron por acción de chasquidos ajenos, ni mios. Fueron las mareas enfermizas que retumbaban la carcasa de mi buque de papel y pintado de rouge ,que a menudo me daban la vuelta al asesinato natural, las que me dieron a entender que el buque no era mío, sino el mar completo. Tampoco eran males imaginarios como lo pensaba, incluso lo tangible era mucho más imaginario que todo lo que sucedía entre los ojos, la nuca y las orejas.
A veces me convierto en un zombie dudoso, pero reacciono con la palabra "comer". Me como cualquier tipo de paisaje manchado con tintura gris dada vuelta a propósito por algún bastardo envidioso. Con un rastrillo recojo la maleza, la contemplo y la devoro. Seguirá viajando en mi por mi torrente sanguíneo y será también lógicamente diluida con mis ácidos gástricos, lo sé. Será tan mía que no infundirá el pánico en nadie. Sé que es mío, mi pequeño hijo mañoso.


martes

Anzuelo a las sienes





"Bajé desde el tercer piso por las escaleras mecánicas. ¿Quién inventó las escaleras mecánicas? Escalones que se mueven.Y luego hablamos de locuras. La gente sube y baja por escaleras mecánicas, en ascensores, conduce coches, tiene garajes con puertas que se abren tocando un botón. Luego van al gimnasio a quitarse la grasa. Dentro de 4.000 años no tendremos piernas, nos menearemos hacia delante usando el culo, o quizá simplemente rodemos como rastrojos que lleva el viento. Cada especie se destruye a sí misma. Lo que mató a los dinosaurios fue que se comieron todo lo que había a su alrededor y luego tuvieron que comerse los unos a los otros, y al final sólo quedó uno, y ese hijo de puta se murió de hambre."

De "El capitán salió a comer y los marineros se tomaron el barco" - Charles Bukowski

De vez en cuando hay que detenerse a bailar, o cantar en vez de tomar aspirinas, sumergirse sin pensar en vez de ponerse máscaras de oxígeno, besarla en vez de practicar miles de frases amorosas ajenas, salpicarte la cara de lodo y caminar dichoso por la calle, bailar con los muertos en vez de lamentarlos; en fin, exagerarlo todo sin medir consecuencias. El único exceso viciado es el de la preocupación y es ese el motivo de nuestras lánguidas caras de culo.

domingo

Casata de Pingüinos

De copión digo: dedicado a la mala escritura.



Por narcisismo comencé a escribir en esto
y con el mismo narcisismo ahora continúo.
Y me voi a dar la ocasión de utilizar este
espacio abierto para ponerme a pasear
en mi camioneta con megáfono a recitar
mis más humildes odiosidades, como el circo
te invitaba por las tardes a introducirse en
sus sàbanas de plástico a dejar pasar el tiempo
en zapatos de algodòn.

Me colgué del esternón al travesaño de un arco
oxidado, y el dolor que cuando niño me achinaba
los labios hoy se esfuma como un vapor invisible
que me vuelve inmune a sus traumas.
Una sonrisa programada y agradable
se quedó quieta y sin intenciones de largarse
de mi rostro, y sus grietas en la frente de penas
ya fosilizadas que retrataban mi constante
cópula con la vida cruda
comenzaron a rellenarse de piel nueva.

La noticia no me llegó tan de golpe, porque
por cada respuesta suya
me preparaba para la pérdida
y la costumbre me alivianó el "NO".
No quiero hablar demasiado de ella
porque no lo entenderían con unas pocas
frases, ni siquiera con una novela elocuente.
Quédense con el gusto de las cerezas en la boca
y no pregunten de qué árbol las sacaron.

La marea no ha subido lo suficiente para ahogarme,
ni el verdugo ha apaleado demasiado mi pecho,
así que continúo tal cual me dejó
la luna anterior.
Con unos cuantos rasguños tal vez,
pero sanarán en un santiamén.

Amén Dios Pingüino.


Proposición solitaria:
Como un diario de vida abierto en la entrada de la casa.
Quizás algunos tengan la curiosidad de buscar sus problemas
en otras almas y lean esto.
El que desee ayudar a la sociedad acompáñeme en mi campaña
de pintar corazones en la mayor cantidad de paredes posibles,
o en micros, paraderos, vidrios, culos de viejas, señales de tránsito
y verán como todo comenzará
a sanar.

miércoles

PORFAVOR, NO PENSAR


Ingredientes para una rica cazuela de pez:


-Se pasó toda la vida pidiendo distintas opiniones de médicos a su enfermedad, como buscando fuera de toda razón alguna pequeña esperanza.
-Se asimila bastante ello a una turbia vida que conozco.
-Los analgésicos los utilizaba como caramelos amargos difíciles de disfrutar.
-Sé a qué te refieres con esa mueca, quieres tropezar en un futuro con la misma en otro rostro.
-No me das a entender las instrucciones de tu odio para escoltarlo a su funeral.
-Me muestras todo como en películas de cine mudo sin textos, llena de interpretaciones, desde las más amargas hasta las más vergonzosas.
-Sólo tu allí parado expeliendo desprecio y estima a la vez es lo que me queda de mármol a tallar.
-Te escabulles como un camaleón angelical.
-Me detuve un tiempo a respirar algo de razón y no me esperaste.
-Todo lo que odie al mundo en mis años dorados ahora intento transformarlo en algo que no me deteriore tan pronto.
-Me levanté en pijamas, encendí un incienso y deambulé por toda la casa cantando la canción que ella me enseñó antes de su partida.
-La exuberante imaginación se vuelve tu enemiga en días penosos. Maximizan toda sensación hasta darle toques diabólicos.
-Agregue un zapallo italiano, un pomelo, un corazón de gallina y tres tallarines a la pecera.
-Azúcar y merquén. Revuelva con su mano derecha sin lavar.


(Receta para dos)



sábado

Sardónico y tambaleante

abrir la caricia sentada en un árbol
fragil como un trompo, y un volantín si se les ocurre
victor me conto ese chiste en quinto básico
ella rueda y roda y vomita mientras continua
no quiero decir con ello que yo sea un esquizofrénico
y un abogado mitómano
soy un tipo agradable cuando quiero serlo
y un tipo desagradable cuando ya no se me ocurre
con que ser agradable

amor te quiero mucho y poco, y nada también
depende de qué me rebote en la cabeza
cuando ponga el pie izquierdo sobre la alfombra
al levantarme por las mañanas
cállate, pero porfavor sigue hablando
no soporto el silencio en este momento
"puta de mierda", le dijo ella a mi madre
le respondí con un "güeón idiota"
y no se calló, incluso, me golpeó la cara

adiós, y buenas noches