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sábado

Amerindios

Actualmente tengo metida la cabeza en el monitor del pc
,por lo tanto, podria decirse que estoy conectado con todo el mundo
de esta forma acabariamos concluyendo que por qué el mundo debería estar tan decrépito
si ahora accedemos a ambientes ajenos, extranjeros, vecinos, suyos, mios

Yo les contaré: Algunos verdugos que andan por ahí caminando seguros y vestidos de blanco
nos han deshecho una cantidad insoportable de posibilidades que teniamos para, por lo menos,
tener unas tres líneas en la historia, como comunidad digo yo, no como los representantes del movimiento, a lo Benditt el 68, aquí no, como algo que dijo don Nicanor: que cada habitante (ser que respira) sea una parte del cuerpo del monarca. Comunidad juvenil, repito, o el que quiera se una, aqui no hay límites de edad ni marcas de zapatillas. Bueno, como les iba diciendo, estos verdugos autodestructivos nos heredaron la no menos sorprendente cantidad de siglos de niñerias y frases amargas, nos regalaron màs excusas para suicidarnos que para salir a dar una vuelta en bicicleta y volver con los ojos despejados.

A estas alturas no sé que otra cosa escribir, podría decir LOVE AND PEACE e irme tranquilo a la cama, pero esas frases ya no me satisfacen. Pero, podría escribirles otras, como por ejemplo:

- Comunismo: compuesto de dos partes: destrucción y hostilidad: por otra parte: reinvención y reconstrucción: PELIGRO!, muchos seres que conozco se han quedado con esta primera opciòn: cuidado mequetrefes: que la hostilidad hace que el mundo pese más, con consecuencias nefastas si pensamos que se sostiene en la nada.

-El poder a la imaginacíon

-La imaginación a la imaginación

-IMAGINACIÓN

-Marx en su juventud se emborrachaba duro y se involucraba en peleas callejeras: hoy muchos hacen lo mismo, pero el tipo aquel no lo hizo en vano.

-Engels era un burgués y discutía sobre las injusticias sociales: hoy muchos hacen lo mismo, pero el tipo aquel no lo hizo en vano

-Para muchos Gandhi era un cursi irreparable: hoy muchos son parecidos, pero el tipo aquel no lo hizo en vano

-Bretó era un cabrón soberbio y a la vez sensible: hoy muchos son parecidos, pero el tipo aquel no lo hizo en vano

-Qué otro arquetipo de personaje histórico no se habrá tomado una cerveza con nosotros, y todos aquí alabando tumbas desconocidas

domingo

HAY PAN

La literatura es inútil
He visto más obras maestras
en un viaje en micro
Infinítamente mejores versos
en borracheras tormentosas

Buscaba repletar el lavamanos de burbujas hechas con su boca. Sumergirse y soplar, hasta que la superficie quedara quieta como una cordillera de vidrio y toques de arco iris en un mundo ficticio. Eso es la intelectualidad. Trabajo difícil, incluso inútil.
El cansancio que provocará parirá mentes deformes que con un simple desprecio, no menos amigable, darán la vuelta y caminarán al sitio en que todos creían , se hallaba la vergüenza. Tímidos y neuróticos hasta ahora eran quienes describían el mundo, y era porque no encontraron otro oficio más propicio para que sus odiosidades fueran alabadas que el de librepensadorintelecutalcronistasociologoamigodelasabiduriayloslibros. Dejen la felicidad a los cursis, estoy demasiado preocupado en hacer esculturas de mierda.

El jardín de las delicias

CARTAS AL DIRECTOR



Queridísimo director:

El pequeño risonte de Malabea dijo que tal vez algún día de estos las sirenas filetearían sus colas para dar un gran banquete a cambio de unas nuevas piernas metálicas robóticas que salieron al mercado el mes pasado. Según informó el secretario general de gobierno querrían también un rinoceronte en medio de la Luna. Yo opino que seria demasiado apresurado pensar en soluciones de ese tipo, por este motivo quise unirme a la huelga de la hediondez en la que yo y unos trescientos hombres más no nos bañaremos hasta que acepten nuestras propuestas. Por favor lea bien, hasta que acepten nuestras propuestas (NO ME GUSTAN LAS MAYÚSCULAS, LES DAN UN TOQUE PEDANTE), nada de diálogos y juegos políticos sucios. Nuestro cese de aseo no sólo consistirá en ello, sino que además saldremos a contaminar con nuestro olor pestilente la vía pública y sitios de reunión. Por ejemplo, viajaremos en el metro yo y mis trescientos apestosos un día completo con la intención de hacer lo más desagradable el viaje de los pasajeros, incluso esperamos vómitos colectivos, insultos o golpes ansiosamente para escandalizar y presionar a las autoridades que no han hecho más que discriminar brindando exclusivas regalías a los personajes mitológicos y a nosotros, los mundanos y aburridos hombres, ni siquiera algunas migajas.

He caído en la miseria vertiginosamente, pasando de ser un intelectual de renombre, miembro del movimiento "Los Cabezas Flotantes", a verme obligado a vender mis uñas a las brujas del barrio Estercola para comprar algo de pan. Vender mis cabellos (estoy calvo), los dientes que se me han caído por falta de calcio, el cuerpo de mi difunta amada que murió luego de una riña con una ninfa insatisfecha y un sin fin de idioteces insólitas a esas malditas brujas que se han llenado los bolsillos vendiendo sus falsos hechizos a estos empresarios ingenuos que ponen toda su contaminada esperanza en hacer millones de la nada. Lo más absurdo es que les resulta, la magia últimamente se ha prestado para los efectos más perversos.

Creo verme en el limbo de la Tierra. Ha llegado la hora de marcharnos de aquí antes que todos mueran víctimas de balas perdidas. Las más osadas lenguas cuentan que todas aquellas balas disparadas al aire en las dos guerras mundiales y en todo el resto de esos enfrentamientos ridículos reposaban en una dimensión que hasta ahora ignorábamos y regresarían dando la vuelta al mundo hasta encontrar su sitio en algún corazón desventurado, una costilla escondida o en la frente de un despistado. Nadie podría dormir, ni siquiera vivir tranquilo. Pero los putos empresarios y sus brujas personales siguen embarcados más que nunca en su vil propósito de mantener lo más posible a la humanidad sobre la Tierra (las especies mitológicas deberían ya retirarse de territorio humano en tres meses más). Han creado un sin fin de literatura de auto-ayuda rellena de cursilerías que no sirven más que para sonreír cinco minutos, trabajos supuestamente felices, como por ejemplo: construir rascacielos con legos, exprimir la mayor cantidad de naranjas para llenar los lagos secos del norte, musicalizar todos los cantos de pájaros del mundo, contar todos los granos de arena de la costa oeste, y ese tipo de cosas que a la larga aburren a cualquiera.

Hubo alguna vez en que todo iba por el camino más placentero, ese día que el último capitalista murió en el manicomnio de Washington* se veía penetrar una luz distinta en esa masa negra de nubes. Creíamos que algo había cambiado, que habíamos subido un escalón y que el anterior había sido pulverizado. No nos equivocábamos, pero con el tiempo nos dimos cuenta que algo andaba mal, que algo no habíamos expulsado de nuestra conciencia: las ansias de poder, o de liderazgo narcisista. Comenzaron a llenar los teatros, los cines, las calles, estos tipos soberbios y seguros de sí mismos. Era como ver reencarnarse a Bretón, un cabrón intolerante que no permitía más belleza que la suya.

Ya no se me ocurre qué decir, ni qué opinión tener. Las dos cosas serían inútiles. Tenemos un mundo cubierto de penas pasadas, nuestra tarea era erradicarla, y no hemos hecho más que farandulizarla. Quién se merece más o quién menos, esa es la disputa hoy. Ruego evolución, ya no somos aquellos primates que luchaban por tierras que después eran ignoradas, o aquellos fetiches que creian haber encontrado la verdad antes de tiempo en la cabeza ajena.



Un baiser et une embrassade







*Hace algunas décadas se impulsó el movimiento de psicoseo capitalista, en el que un grupo de actores se disfrazaban de las figuras que a los antiguos empresarios les causaban terror, previamente determinadas por estudios psicológicos, psicoanálisis precisamente.
Se metían en sus casas al anochecer y los atormentaban hasta que cayeran en la locura, o se arrepintieran de sus actos.



Menjunje

Enjambre de abejas ruboriza al escultor
de demencias involuntarias
el picor de la dulzura
es necesaria cuando las manos no reaccionan
o sólo son pisoteadas por el verdugo
tedioso que sigue tus pasos
como paloma a la miga
murmurándote al oido que te ama
y en un segundo, que te odia

Las manos forman un círculo
en cuyo centro se haya la arena mojada
aquel espacio entre lo existente
y lo conocido
el barco atracando con sus
viejos sabios y ninfas dichosas
que traen las caricias mentales
de oriente lejano
que te alzarán como el niño
pródigo

Hunde tus dedos
en el corazón, rompe su coraza
gelatinosa, y acaricia sus aguas rubíes
prueba del bocado que te está
tan lejos
deleitalo, y después de dar
prueba de ser un temerario
y vagabundo inmaculado
ciérralo y comienza tu
búsqueda

miércoles

San Tamisary de Auyuleo

Tenía dos opciones: o comerme el ombligo o dar unas tres vueltas en el aire y caer de cabeza.
Preferí la segunda opción porque no lo había hecho nunca, el ombligo nunca me cicatrizó lo suficiente y ya le había perdido el miedo a las alturas. Sigo dando vueltas y de verdad que es un ejercicio menos destructivo que lo del ombligo y a la vez infinitamente más placentero, lo que por lo demás no deja de sorprenderme (Dejar de sorprender o simplemente sorprender, me entienden supongo).
Repaso actitudes idas y devueltas, razonamientos irracionables, creencias diminutas y alguno que otro acto de irreverencia y desasosiego. Conclusiones fascinantes: Pasé de ser un hijo de la misantropía experta a un tipo de experimento de hombre felizmente viviente. No fueron por acción de chasquidos ajenos, ni mios. Fueron las mareas enfermizas que retumbaban la carcasa de mi buque de papel y pintado de rouge ,que a menudo me daban la vuelta al asesinato natural, las que me dieron a entender que el buque no era mío, sino el mar completo. Tampoco eran males imaginarios como lo pensaba, incluso lo tangible era mucho más imaginario que todo lo que sucedía entre los ojos, la nuca y las orejas.
A veces me convierto en un zombie dudoso, pero reacciono con la palabra "comer". Me como cualquier tipo de paisaje manchado con tintura gris dada vuelta a propósito por algún bastardo envidioso. Con un rastrillo recojo la maleza, la contemplo y la devoro. Seguirá viajando en mi por mi torrente sanguíneo y será también lógicamente diluida con mis ácidos gástricos, lo sé. Será tan mía que no infundirá el pánico en nadie. Sé que es mío, mi pequeño hijo mañoso.


martes

Anzuelo a las sienes





"Bajé desde el tercer piso por las escaleras mecánicas. ¿Quién inventó las escaleras mecánicas? Escalones que se mueven.Y luego hablamos de locuras. La gente sube y baja por escaleras mecánicas, en ascensores, conduce coches, tiene garajes con puertas que se abren tocando un botón. Luego van al gimnasio a quitarse la grasa. Dentro de 4.000 años no tendremos piernas, nos menearemos hacia delante usando el culo, o quizá simplemente rodemos como rastrojos que lleva el viento. Cada especie se destruye a sí misma. Lo que mató a los dinosaurios fue que se comieron todo lo que había a su alrededor y luego tuvieron que comerse los unos a los otros, y al final sólo quedó uno, y ese hijo de puta se murió de hambre."

De "El capitán salió a comer y los marineros se tomaron el barco" - Charles Bukowski

De vez en cuando hay que detenerse a bailar, o cantar en vez de tomar aspirinas, sumergirse sin pensar en vez de ponerse máscaras de oxígeno, besarla en vez de practicar miles de frases amorosas ajenas, salpicarte la cara de lodo y caminar dichoso por la calle, bailar con los muertos en vez de lamentarlos; en fin, exagerarlo todo sin medir consecuencias. El único exceso viciado es el de la preocupación y es ese el motivo de nuestras lánguidas caras de culo.

domingo

Casata de Pingüinos

De copión digo: dedicado a la mala escritura.



Por narcisismo comencé a escribir en esto
y con el mismo narcisismo ahora continúo.
Y me voi a dar la ocasión de utilizar este
espacio abierto para ponerme a pasear
en mi camioneta con megáfono a recitar
mis más humildes odiosidades, como el circo
te invitaba por las tardes a introducirse en
sus sàbanas de plástico a dejar pasar el tiempo
en zapatos de algodòn.

Me colgué del esternón al travesaño de un arco
oxidado, y el dolor que cuando niño me achinaba
los labios hoy se esfuma como un vapor invisible
que me vuelve inmune a sus traumas.
Una sonrisa programada y agradable
se quedó quieta y sin intenciones de largarse
de mi rostro, y sus grietas en la frente de penas
ya fosilizadas que retrataban mi constante
cópula con la vida cruda
comenzaron a rellenarse de piel nueva.

La noticia no me llegó tan de golpe, porque
por cada respuesta suya
me preparaba para la pérdida
y la costumbre me alivianó el "NO".
No quiero hablar demasiado de ella
porque no lo entenderían con unas pocas
frases, ni siquiera con una novela elocuente.
Quédense con el gusto de las cerezas en la boca
y no pregunten de qué árbol las sacaron.

La marea no ha subido lo suficiente para ahogarme,
ni el verdugo ha apaleado demasiado mi pecho,
así que continúo tal cual me dejó
la luna anterior.
Con unos cuantos rasguños tal vez,
pero sanarán en un santiamén.

Amén Dios Pingüino.


Proposición solitaria:
Como un diario de vida abierto en la entrada de la casa.
Quizás algunos tengan la curiosidad de buscar sus problemas
en otras almas y lean esto.
El que desee ayudar a la sociedad acompáñeme en mi campaña
de pintar corazones en la mayor cantidad de paredes posibles,
o en micros, paraderos, vidrios, culos de viejas, señales de tránsito
y verán como todo comenzará
a sanar.